Este habitante de los altiplanos mexicanos posee un curioso sistema de defensa conocido como lagarto ‘llorasangre’. Se defiende de los cánidos (coyotes, zorros y perros) principales predadores, arrojando por sus ojos un chorro de sangre para ahuyentarlos. Este curioso sistema de defensa es único en el reino animal.
Los Phyrynosoma Orbiculare son auténticos fósiles vivientes. Se ha evidenciado que han evolucionado desde el Mioceno, hace 15 millones de años.
Desgraciadamente, por su alimentación tan selectiva (necesitan comer hormigas durante todo el año) es muy complicado su mantenimiento en cautividad.
Imagen: http://www.deanimalia.com/